Es un placer escaparse de vez en cuando por la provincia de Teruel. Un lugar acogedor y tranquilo en el que disfrutar de la naturaleza y la historia. Acompañado de buena gente y, por qué no decirlo, de buena comida.
Teruel es la provincia menos poblada de España. Una muestra de la llamada España vaciada. Para denunciar el abandono del que es objeto, hace varias décadas nació allí el movimiento popular “Teruel existe”. Y vaya si existe. Es uno de los rincones más sorprendentes de España. Uno de esos tesoros escondidos. Un lugar en el que disfrutar de la naturaleza, la historia y la ciencia.
La provincia de Teruel está plagada de montañas. Con frondosos bosques y ríos que van a desembocar en ríos más grandes. Con impresionantes pueblos amarrados a la montaña como Albarracín.
Teruel capital alberga varios monumentos que han sido declarados patrimonio de la humanidad. Con algunos de los mejores ejemplos de arte mudéjar que se conservan en el mundo. Por otro lado, en las sierras de Teruel se han descubierto fósiles que atestiguan la presencia de dinosaurios en la zona. El esqueleto de diplodocus que se exhibe en el Museo de Ciencias Naturales de Madrid se encontró en Teruel. Es uno de los esqueletos de dinosaurio completos más grandes hallados en Europa. Muestra de todo este trabajo de paleontología es Dinópolis, mucho más que un parque temático.
En Teruel, además, puedes disfrutar de su jamón serrano. Uno de los más sabrosos y famosos de Espala. Es serrano, sí, no ibérico. Porque los cerdos que se crían en la provincia son cerdos blancos comunes. Solo que las condiciones de frío seco de la zona crean un ambiente extraordinario para el sacado del embutido.
He viajado varias veces a Teruel y estas son algunas cosas que no te puedes perder.
La ciudad mudéjar.
La ciudad de Teruel es la ciudad mudéjar por excelencia. El arte mudéjar es la arquitectura y artesanía que realizaban los árabes que vivían en territorio cristiano. En Teruel tenemos algunas de las mejores expresiones artísticas de este estilo.
Teruel en la edad media era una ciudad árabe llamada Terwal. En 1171, el rey aragonés Alfonso II el Casto tomó la ciudad con el objetivo de reforzar la frontera con al-Ándalus. Ya que sentía su reino amenazado por el avance de las tropas almohades, que recientemente acababan de tomar Valencia.
El rey Alfonso II re-planificó la ciudad como un enclave defensivo y un baluarte de la cristiandad. Además de reforzar las murallas, llenó la ciudad de iglesias. Como los artesanos locales eran “moros”, tuvo que recurrir a ellos para construir los edificios. Creando monumentos cristianos construidos con técnicas y elementos utilizados por los árabes. Lo que da a los edificios un aspecto único.
Existen dos iglesias mudéjares en la ciudad, la iglesia de San Martín y la iglesia del Salvador, que tienen dos torres de campanario que parecen gemelas. Están llenas de arcos ojivales, un recurso utilizado por los árabes en su arquitectura. La fachada está decorada con mosaicos de porcelana. Visto de lejos, se asemejan a las almenas de los alcázares moros y los minaretes de las mezquitas, pero son torres de iglesias católicas.
El techo del interior de la catedral de Teruel está considerado como la techumbre de artesonado mudéjar más importante del mundo.
En el complejo mudéjar se encuentra el mausoleo de los amantes de Teruel. Dos jóvenes amantes que murieron de amor en 1217. Una historia real que se asemeja a Romeo y Julieta de William Shakespeare, pero que se produjo 300 años antes.
Espacios naturales sorprendentes.
El turismo rural y el turismo en la naturaleza son dos de los recursos turísticos de los que dispone la provincia de Teruel. Atraída por la tranquilidad y la belleza de sus espacios naturales, mi amiga Noemí de Barcelona se desplazó un fin de semana a la Sierra de Gudar, en el sur de la provincia. Allí se alojó en el Hotel Villa María, un aparta-hotel, formado por 11 apartamentos con capacidad para 6 personas, rodeados de bosque.
Cuál fue su sorpresa, que aparte del paisaje de montaña, descubrió una zona llena de vida y de diferentes propuestas de ocio. A tan solo 1 kilómetro de donde se alojaba se encuentra el Campo de Golf del Castillejo. El campo de golf más alto de toda España, situado en plena naturaleza.
A 8 kilómetros de allí se encuentra la estación de esquí de Aramón -Valdelinares. A pesar de su pequeño tamaño en comparación con otras estaciones como Baqueira Beret (en el Pirineo Catalán) o Guadarrama (en Madrid) es una de las estaciones más apreciadas por los aficionados al esquí alpino, al esquí de fondo y al snowboard.
Otro de los atractivos sorprendentes que encuentras en la sierra de Teruel es que en el pueblo menos pensado encuentras un fantástico restaurante donde comer Ternasco de Aragón o cualquiera de los ricos guisos de la zona, como la caldereta de Pastor.
En la sierra de Teruel encuentra pueblos preciosos como Valderrobres, que parece una villa medieval construida en piedra, o Albarracín, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Con sus casas colgantes que parece que se precipitan sobre el cañón del río Guadalaviar, sus callejuelas árabes estrechas y sus construcciones de estilo mudéjar.
Los dinosaurios.
Otro de los reclamos turísticos de Teruel son los dinosaurios. Prácticamente en toda la provincia se han encontrado fósiles del periodo jurásico. Siendo para este periodo de la prehistoria, la zona arqueológica más importante de España.
Por eso de la fascinación que sienten los niños por los dinosaurios, llevé a mi hijo a Dinópolis cuando tenía 5 años. Este es un parque temático dedicado a los dinosaurios, situado a las afueras de la ciudad de Teruel. Me pareció sorprendente. Además de multitud de atracciones que hacen referencia a estos grandes reptiles prehistóricos, y que a primera hora de la tarde irrumpe en el parque un robot Tiranosaurios Rex mecanizado, me fascinaron las exposiciones permanentes que había sobre el periodo jurásico, la evolución del hombre (diseñada por Juan Luis Arsuaga –antropólogo del equipo de Atapuerca) y los hallazgos encontrados en la provincia.
Y es que Dinópolis es un parque temático diferente. No solo es para divertirse, sino que cumple una función de divulgación científica admirable. Uniendo las clásicas atracciones, que en este caso son más bien para niños, con presentaciones audiovisuales y exposiciones arqueológicas muy bien explicadas. Dirigidas a personas de todas las edades.
Pero como dice su página web, Dinópolis no es un mero parque de atracciones. Es un proyecto de alcance provincial. Con instalaciones repartidas por toda la provincia, a través de 7 sedes, que aunque más pequeñas que la central en la capital, permite a los amantes de los dinosaurios imbuirse en una experiencia lúdica y didáctica, con una seriedad y una rigurosidad científica encomiable.
Y es que tenemos sedes de Dinópolis en Albarracín (el Mar Nomunus, que trata de los dinosaurios marinos), en Riodeba (Titania, dedicado a los dinosaurios de mayor tamaño), en Rubielos de Mora (Región Ambatina, con una exposición de fósiles encontrados en la comarca), en Galve (Leyendark, una recreación de un paisaje del periodo Jurásico), en Ariño tenemos Valcaria, en Castelote está el Bosque Petrio y en Peñarroya de Tastavins se encuentra Inospitak, dedicada los dinosaurios depredadores.
Si te gusta el tema y llegas a Teruel en coche, las instalaciones de Dinópolis te dan la oportunidad de conocer buena parte de la provincia.
Alcañiz y su afición por el motor.
Tal y como indica el periódico El Heraldo de Aragón, cada mes de mayo se celebra en Alcañiz el Rally Bajo Aragón. Una de las pruebas de Rally más importantes de España que ya va por su decimonovena edición.
En los años 80 ya se celebraba en Alcañiz el campeonato de España de turismos. Una carrera oficial que transcurría por un circuito que atravesaba el pueblo y recorría los alrededores a través de carreteras comarcales que se cerraban para la competición.
Alcañiz cuenta además con un circuito de motociclismo donde se celebran pruebas del campeonato de España y donde se han efectuado carreras de Moto G.P.
Es sorprendente como un pueblo de poco más de 16.000 habitantes concentra tal afición al motor y, sobre todo, tiene capacidad para organizar carreras de alcance nacional e internacional.
La base de todo está en el empuje de los vecinos. Ya en los años 70, un conjunto de jóvenes del pueblo empezaron a organizar carreras de coches y se introdujeron en la organización de competiciones nacionales. La celebración de cada una de estas carreras suponía un impulso a la economía de la comarca. Lo que hacía que todos los vecinos cerraran filas con estos eventos deportivos.
Alcañiz es uno de los pueblos más importantes de la provincia, capital de la comarca del Bajo Aragón. A diferencia de los pueblos vecinos, no tiene una economía básicamente agraria, sino que es un pueblo industrial, con una importante influencia del sector automovilístico.
Como ves, Teruel tiene mucho que ofrecer. Vale la pena dejarse caer por allí.