¿Servicio doméstico o externo, cuál nos conviene más?

Hay muchas razones por las que podemos llegar a necesitar de un servicio doméstico que nos ayude en casa, el problema es elegir cuál de las modalidades se adapta mejor a las necesidades que tengamos y también, a nuestro presupuesto.

Hay muchas razones por las que podemos llegar a necesitar de un servicio doméstico que nos ayude en casa, el problema es elegir cuál de las modalidades se adapta mejor a las necesidades que tengamos y también, a nuestro presupuesto.

Para poder saber cual de las dos modalidades es la que nos conviene más, es importante saber cuales suelen ser las responsabilidades en ambos casos, y las diferencias entre uno y otro, pues con esto claro, es que podremos tomar la decisión más acertada. Para hablar de ello, hemos contactado con Servicio Doméstico Sant Pau, quienes nos ayudarán a entender mejor cómo funcionan ambos servicios.

Servicio doméstico interno

Este tipo de personal es aquel que se encarga de llevar a cabo todas aquellas tareas de limpieza, lavandería, plancha e incluso la cocina. En definitiva, todo aquello que hay que realizar en una casa, y también se hacen cargo del cuidado de los más pequeños o de los mayores, si los hubiere durante su jornada laboral.

Por otro lado, como conviven en el hogar familiar, hay que quedar muy claro cuáles son sus responsabilidades, así como también sus horarios y tiempos de presencia.

Antes de continuar, es importante hacer un paréntesis en el que expliquemos ¿qué son los tiempos de presencia? Estos deben entenderse como aquellos en el que permaneciendo la empleada de hogar a disposición del empleador, no realiza ningún trabajo efectivo, algunos ejemplos de tiempo de presencia son actividades como abrir la puerta, coger el teléfono, simplemente permanecer en la vivienda familiar para el supuesto de que se necesite sus servicios, etc.

Cuando se contrata un servicio doméstico interno, hay que tener claro que la empleada se aloja en la vivienda donde cumplirá labores, conviviendo las 24 horas del día con la familia. Generalmente este tipo de jornadas van desde el lunes hasta el sábado por la mañana, teniendo el domingo como día libre (salvo que tanto el empleador como la empleada lo acuerden de otra manera). En este tipo de servicio doméstico, es el empleador quien debe correr con los gastos de manutención de la empleada.

El proceso de selección de una empleada interna suele ser más riguroso y se toma más tiempo, ya que requerimos de una persona de confianza para el cuidado de nuestros seres queridos.

Contrario a lo que se puede pensar, contratar un servicio doméstico interno no debe ser considerado como un lujo, al contrario, trae consigo muchas ventajas para la familia. Alguna de ellas son:

  • Realiza las tareas del hogar, como la limpieza, lavado de ropa, planchado, etc.
  • Son ideales para hogares donde habitan niños pequeños o personas muy mayores que requieren de atención, incluso durante la noche.
  • Pueden asistir a personas enfermas en tareas como el cuidado y aseo.
  • Pueden realizar tareas externas como hacer recados, sacar a pasear a las mascotas, acompañar a los niños a la escuela u otras actividades.

Servicio doméstico externo

Contar con una empleada doméstica bajo esta modalidad también es una buena opción. Estas realizan las tareas del hogar como la limpieza general de la casa, así como las zonas externas: terrazas y patios. Según las necesidades del empleador en ocasiones no sólo se centran en la limpieza, ya que también pueden y suelen cocinar, hacer la lista de la compra y realizarla, así como planchar y lavar la ropa. En este aspecto el cuidado de niños y personas mayores también es otra de las labores que realizan, con la diferencia de que la disponibilidad de horario es muy distinta.

Es evidente que al ser una empleada de servicio externo, la privacidad y vida familiar no se ve demasiado afectada. En comparación con la otra modalidad, las rutinas no se ven muy modificadas, pues la empleada cumplirá con sus labores en el horario acordado y se retirará a casa, lo que implica que no hay convivencia a largo plazo.

En relación a la convivencia, como es normal, suele ser más fácil que en la otra modalidad, ya que sucede que en mayoría de los casos, mientras la empleada está en casa los clientes están en sus actividades diarias, por lo que los horarios no suelen coincidir demasiado.

Por lo general este tipo de empleadas domésticas son más sencillas de conseguir, pues si analizamos la situación desde otro punto de vista, para las empleadas del hogar esta modalidad les ofrece más ventajas, ya que pueden conciliar su trabajo con su propia vida familiar, por no hablar de una mayor independencia tanto laboral como familiar

¿Cómo funciona a nivel legal?

Cuando se va a contratar un servicio doméstico, es fundamental hacerlo de la mano de profesionales, pues no solo se encargan de encontrar a las personas interesadas en el trabajo, sino también las que mejor se adapten a las necesidades del empleador.

Si bien esto es muy importante, la realidad es que contar con la ayuda de especialistas no sólo es positivo en los aspectos que ya mencionamos, sino porque nos ayudarán a llevar y entender todo lo que implica la normativa legal existente en relación al servicio doméstico. Esto es necesario porque como empleadores, debemos tomar en cuenta lo que dice la ley antes de llegar a una decisión definitiva sobre el tipo de servicio que requerimos para nuestro hogar.

Algunas cosas importantes que debemos saber sobre la normativa legal son las siguientes:

  1. La jornada de trabajo: La jornada máxima semanal será de cuarenta horas de trabajo efectivo, sin perjuicio de los tiempos de presencia, los cuales deberán ser pactados entre las partes y no podrán exceder de 20 horas semanales de promedio en un mes. Si estas horas fueron excedidas, el trabajador tendrá derecho a una compensación por las horas excedidas. La retribución de estos periodos no podrá ser, en ningún caso, en cantidad menor a las horas ordinarias.
  2. Los periodos de descanso: El trabajador deberá contar con los siguientes periodos de descanso:
  • Entre dos jornadas de trabajo en dos días diferentes: 12 horas mínimo, pudiendo reducirse a diez para empleados del hogar internos.
  • Descanso diario de las trabajadores internas: Contará con dos horas todos los días para las comidas principales. Dichos descansos no computan como tiempo de trabajo.
  • Descanso semanal: Treinta y seis horas consecutivas.
  • Vacaciones anuales: 30 días naturales, que podrán fraccionarse siendo al menos uno de ellos de un mínimo de 15 días consecutivos. Estos 15 días podrán ser elegidos por el empleador –propietario de la casa-, en defecto de pacto en contrario.
  • El trabajador tiene derecho al disfrute de las fiestas previstas para el resto de los trabajadores.

Si bien es importante que sepamos estas cosas, si se cuenta con el acompañamiento de profesionales ellos se encargaran de que se cumplan las normativas legales tanto en beneficio del cliente, como de quien presta el servicio.

¿Qué cualidades debe tener la persona que elijamos para trabajar en casa?

Otro aspecto importante que se debe tomar en cuenta es las cualidades que debe tener la persona que elijamos para las funciones del servicio doméstico, por lo general debemos pensar en que tengan:

  • Buena actitud: La persona que se seleccione debe tener una actitud inmejorable a la hora de atender a los miembros de la familia, respetar las reglas de la casa y mostrarse disponible a tus necesidades. Además, la educación y la empatía serán importantes tanto por parte del empleador, como por parte de la empleada.
  • Profesional: Sin duda, una de las cualidades más importantes es la profesionalidad de la empleada de hogar, esta debe ser una persona responsable y que ejerza su trabajo de manera eficaz y eficiente.
  • Discreta: Se trata de una cualidad fundamental. La empleada debe respetar la intimidad de la casa y de cómo se lleven las cosas, pues está allí para ayudar y facilitarle la vida a los empleadores. Intervenir cuando no se le solicita, puede ser contraproducente.
  • Honrada: Es algo que se valora mucho, sobre todo en los tiempos que corren. En cualquiera de las modalidades la persona que llegue a casa debe tener la honestidad y la honradez como bandera, pues estas serán las llaves que le permitirán mantener el trabajo a largo plazo.
  • Educada y comunicativa: La empleada de servicio doméstico debe ser una persona educada en el trato y comunicativa, que sea capaz de hablar con los miembros de la unidad familiar con confianza. Esto es fundamental para la armonía de la casa pues realmente va a convivir con los miembros de familia ciertas horas al cabo del día y es importante mantener una buena relación.

Un servicio doméstico puede ser de gran ayuda, siempre y cuando, la persona que se seleccione sea la ideal para la familia. Para que esto se logre, es fundamental involucrarse en el proceso de selección -aún cuando este sea llevado por los profesionales- y conversar con todas las aspirantes, pues la primera impresión es definitiva.

Confiar en el instinto y en la química que se tenga con las aspirantes también ayuda a elegir y que esta elección sea verdaderamente beneficiosa para nuestro hogar y para la familia en general. Pues de no involucrarse en el proceso, se corre el riesgo de que la persona que llegue a casa, no sea la correcta para el puesto.