Algunas reformas pueden mejorar la eficiencia energética y crear casas más sostenibles. Una vivienda que consume más energía de la necesaria comporta grandes gastos en las facturas.
El ahorro energético se da sobre todo en la calefacción, en la refrigeración, en el uso de la iluminación y los electrodomésticos.
La Red Energética de España (REE) explica que el gasto de energía de los hogares de nuestro país alcanza los 300 KW de media en verano. Esto sucede porque las viviendas no son eficientes desde un punto de vista energético.
Los expertos explican que la eficacia energética permite paliar los efectos del cambio climático y reducir los gastos de las familias.
Micheel Wassouf, director de Energiehaus y autor del libro ‘De la casa Pasiva al estándar Passivhaus’, comenta que “los hogares se reforman cada 10-20 años. Hacer una reforma sin centrarse en la eficiencia energética, es como comprar un coche antiguo, en lugar de que sea de muy bajo consumo”.
Los argumentos a favor de realizar una reforma que mejore la eficiencia energética del hogar son:
-Reduce las emisiones de CO2.
-Logra beneficios para la salud y el bienestar.
-Supone un importante ahorro en electricidad y/o calefacción.
Los especialistas se centrarán en estos aspectos básicos para conseguir viviendas más sostenibles:
-Las ventanas se diseñan en función de la zona climática del lugar. Por ejemplo, las ventanas de cristal doble son idóneas en un clima como el Mediterráneo. Sin embargo, es mejor optar por el cristal triple en un clima continental.
-El control solar ha de colocarse en el exterior de la fachada y con un sistema móvil. Este sistema es perfecto para reducir el calor en invierno y aprovechar la radiación solar en invierno.
-Existen aislamientos térmicos que evitan condensaciones intersticiales.
-Para evitar cualquier tipo de infiltración de aire desde el exterior, podemos optar por un sistema de ventilación con recuperador de calor.
-Los expertos apuestan por las fachadas ventiladas con fijaciones libres de puentes térmicos.
La rehabilitación energética es clave ante el cambio climático, ya que los edificios son la tercera causa de emisiones de CO2. El 80% de los edificios de España son ineficientes, porque consumen más energía de la necesaria debido a su mal aislamiento.
Desde Construcciones y Reformas Garre nos aconsejan mejorar el aislamiento de la fachada con un Sistema de Aislamiento Térmico Exterior (conocido como SATE), o añadiendo lana mineral insuflada.
También podemos sustituir las persianas por unas lamas orientables o estores exteriores, sobre todo, si los domotizamos para que ofrezcan luz en invierno y nos protejan de las altas temperaturas en verano.
Un buen aislamiento es fundamental para reducir la pérdida de calor en invierno y mantener el frescor en verano. Para aislar paredes es aconsejable colocar placas de yeso a unos centímetros de las originales.
La reforma más idónea para aislar el techo es la de colocar un falso techo por debajo del original, que se rellenará con un material aislante.
Para conseguir ahorros energéticos conviene intervenir en la optimización de las instalaciones eléctricas y los sistemas de climatización.
Además, para reducir las emisiones de CO2 debemos optar por las fuentes de energía renovables.
La revista ¡HOLA! informa que «la neutralidad de carbono se consigue cuando se emite la misma cantidad de CO2 a la atmósfera de la que se retira y el plan es que en 2050 se llegue a un balance neutro».
Sin embargo, gracias a las reformas centradas en la eficiencia energética podemos reducir en más de un 70% las emisiones de CO2.
Para mejorar la eficiencia energética aprovecha al máximo la iluminación natural, para ello instala una ventana grande en la habitación.
También es importante apostar por los edificios con fachadas o cubiertas vegetales, para mejorar la calidad del aire en la ciudad, aislar la vivienda y ahorrar en las facturas de climatización.
Una reforma que mejore la eficiencia energética del hogar aporta beneficios para la salud y el bienestar.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que las condiciones inadecuadas de las viviendas causan más de 100.000 muertes cada año en Europa.
El 15 % de la población europea habita en viviendas con humedades en paredes, goteras o con deterioro en carpinterías.
Además, una reforma energética revaloriza el inmueble. Toda casa que se pone a la venta o en el mercado de alquiler precisa el Certificado de Eficiencia Energética (CEE), que asigna una letra a la vivienda de la A a la G.
En enero de 2030 las casas deberán tener como mínimo una calificación E y D. Pero si el nivel de eficiencia energética es menor a lo establecido no podrán ser vendidas ni alquiladas.
